Número equivocado

Levante el teléfono para hablar con Betty, una amiga que está pasando por un mal momento y necesita un poco de mimos. Marco, y del otro lado me atiende un hombre. "Raro" pense, Betty vive sola. Después se me ocurrió que quiza su cuñado le estuviese haciendo compañia, pero como no me acordaba del nombre, y me daba vergüenza decircelo pase a presentarme; "Habla Silvia, la hermana de Laura" dije. Siempre uso este método cuando no me acuerdo el nombre de alguien y generalmente me da resultados, mi interlocutor también se identifica... Pero no esta vez. "Hola nena, ¿Cómo estás?" me responden calidamente del otro lado del auricular. "Eeeh, bien y usted?" (y mientras me exprimo el cerebro intentando recordar como se llama ese hombre... Puta, si tengo la cara en la cabeza, ¿Por qué no me viene el nombre?). Me responde que también, que recién llega de la calle y que estaba por leer "La Nación". "Yo quisiera hablar con Betty, ¿ella está?" decidi ir al grano, me mortificaba no acordarme como se llamaba ese hombre y no quería ponerme en evidencia. "Acá no vive ninguna Betty" "Ah, no? A ver espere que me fijo si marque bien por favor. Hablo con el 4924..." "No este esl el 4942..." "Aaah, le pido mil disculpas, metí el dedo en cualquier lado" "No te preocupes, es un placer hablar con vos, ¿me das tu teléfono?" "Aamm, ¿para qué?" "Para que yo pueda llamarte y charlemos" "¿Usted como se llama?" "Osvaldo" "Que tal Osvaldo, yo soy Silvia"
Y resulta que Osvaldo tiene 80 años y habla un castellano medio italianado. Es médico traumatólogo ya retirado, pero una vez por semana va al neuropsiquiátrico Borda a revisar a los pacientes, porque el médico que estaba antes se volvió loco "Pero ya de antes era un poco raro". Estudió Medicina en Argentina e Italia, donde hizo el servicio militar durante plena guerra mundial. "Aunque no me quejo, fue una experiencia muy enriquecedora". Tiene dos hijas y muchos nietos, pero están lejos. Vive solo y hubiese preferido ser banquero a médico "pero mi papa insistía en que tenía que seguir una carrera más "tradicional" digamosle". Mañana se tiene que reunir con nosequien porque quiere escribir un diario sobre el viaje que hizo desde Italia hasta Argentina, donde tuvo que interrumpir sus estudios porque su padre estaba muy enfermo.
Al final volvió a insistir con mi teléfono y yo se lo di, pero intercambie un número. Me pareció que era lo justo. Quiza mañana Osvaldo llame a ese teléfono y se ponga a charlar con alguien que tampoco conoce y él también le de su número volteado. Y entonces ese otro/a llama a ese número volteado y capaz que dentro de muchos años, un día suena mi teléfono y es alguien que estuvo charlando horas con alguien y que le dio su número volteado y nosotros también nos quedemos charlando. Ahora me toca esperar, pero por las dudas, me anote en una servilleta el número correcto de Osvaldo, así ese día lo llamo y le cuento.